El almacenamiento de energía en las centrales hidroeléctricas de bombeo
El consumo de energía no para de aumentar y cada vez es más complicado hacer frente a los altibajos que se dan a lo largo del día. Para corregir estas irregularidades se han desarrollado las centrales hidroeléctricas de bombeo.
Estas plantas de energía se diferencian de las centrales hidroeléctricas convencionales en que constan de dos embalses, uno ubicado en el nivel más bajo, que funciona en las horas de menor demanda, y otro ubicado en la cota superior, que funciona cuando sube el consumo de electricidad.
Cómo funcionan
Cuando hay más demanda de energía eléctrica, la central de bombeo funciona de modo convencional. El agua acumulada en el embalse superior es conducida a la sala de máquinas de la central, donde se transforma en electricidad. Finalmente, el agua circula por el desagüe y se almacena en el embalse inferior.
Cuando baja la demanda eléctrica, se acciona la bomba que eleva el agua del embalse inferior al superior por medio de las turbinas de la central. De este modo, el agua que se almacena en el embalse superior puede volver a usarse en las horas en que se incremente el consumo eléctrico.
Explicado de otro modo, con este sistema se está almacenando electricidad en forma de agua en el embalse superior para afrontar las horas del día en que se dispara la demanda.
Ventajas del almacenamiento por bombeo
La principal ventaja es que este sistema se adapta a las variaciones en el consumo, generando más electricidad o absorbiendo excesos. Además, es uno de los sistemas más económicos de almacenar energía a gran escala.
A diferencia de la energía eólica o solar, no depende de las condiciones atmosféricas para poder generar electricidad.
Por otra parte, los embalses mejoran la gestión de los recursos hídricos y controlan las inundaciones. Tienen un alto valor económico y una vida útil de más de 80 años.
Nuevas oportunidades: las soluciones híbridas
Combinar estas centrales hidroeléctricas con parques eólicos y/o solares es un sistema muy eficiente para generar y almacenar energía renovable. Además, ambas energías usan la misma conexión a la red, por lo que se reduce considerablemente los costes de planificación, infraestructura y el impacto ambiental.